El Gran libro de las Marcas fue una recopilación de envoltorios, envases, publicidades y avisos sobre muchos productos: golosinas, galletitas, chocolates, alimentos, bebidas, medicamentos, productos de limpieza, cosmética, perfumería, higiene, etc. Lo comencé en 2002 y lo terminé en 2006. Llegamos al 2012 y, 10 años después, y con las posibilidades de interacción de la actualidad, decidí retomar las colecciones para agrandarla aún mas. Con el propósito de compartir los logros realizados en esa vieja y en esta nueva etapa, se crea este blog. También será el canal de comunicación para todos los que se ofrezcan a vender cosas que ustedes tengan, y así agrandar la colección. Saludos y ojalá que lo disfruten!

miércoles, 11 de mayo de 2016

Sorprendeme por un Sueño

Si nos remontamos 20 años en el pasado, nos encontraríamos con un programa de tv muy novedoso en su momento y que sería difícil de eludir en alguna conversación: en 1996 se emitió la primer temporada de Sorpresa y media, aquél programa de entretenimientos conducido por Julián Weich y Maby Wells que ha perdurado hasta la actualidad, y en el difícil sitio de la memoria dedicado a los recuerdos gratos. Este programa consagraría definitivamente a Weich como conductor estrella: si bien ya tenía una extensa carrera que pasaba por Pelito, Juana y sus Hermanas, El Agujerito sin Fin y 360, fue con este ciclo comúnmente recordado como "el de los sueños" que Weich se gana un lugar de privilegio en la televisión y audiencia argentina: Weich se convirtió en la figura que cerraba todos los institucionales de Canal 13,y en la actualidad hay un estudio de Canal 13 que quedó con el nombre del programa en homenaje. Representó además un ciclo inbatible para la competencia: durante años el muy sólido Telefe trató de ponerle programas para competirle y jamás pudo superarlo. Tal vez muchos no lo sepan, pero Sorpresa y Media no era un formato argentino: se trataba originariamente de un programa español denominado "Sin ir más lejos". Un programa creado por la productora GloboMedia y que desde 1995 trabajaba con Promofilm, la productora argentina nacida en 19990 que tuvo su momento de gloria justamente luego de la aparición de este programa de sueños: luego de su puesta en marcha, Canal 13 le encargó muchísimos ciclos más a Promofilm, posición de privilegio que tendría durante aproximadamente una década. Sorpresa y Media era básicamente un ciclo de entretenimiento: tenía concursos millonarios (de allí rescatamos estas 4 publicidades sobre distintas promos emitidas a fines de los 90, para diferentes rubros) y segmentos de humor a cargo del trío Los Prepu, pero el plato fuerte era la concreción de sueños enviados porla gente, los cuales podían ser de lo más bizarros o bien sencillos, el cielo era el límite. Desde conocer a alguna figura famosa a encontrarse con un familiar que hace años no ve. Había un staff de 10 personas dedicado únicamente a la lectura de cartas que llegaban a la producción donde se relataban qué sueño deseaban cumplir. A partir de allí se derivaban estos sueños a productores especializados en distintas disciplinas (deportes, música, automovilismo, espectáculo, etc). En total eran 60 personas que hacían todo lo posible por mantener su anonimato divididas en 8 grupos. Primero se realizaba una entrevista con quien mandó la carta para corroborar que ese sueño fuera genuino, y luego de algunas semanas de trabajo (a veces un año entero) se ponía en marcha la realización de ese proyecto, donde se iban incorporando condimentos televisivos: cámaras ocultas, complicidad con los amigos-familiares, una logística especial para distraer al "soñador"... inclusive tener una ambulancia a mano por las dudas! El grupo antes mencionado Los Prepu también se encargaba de mini-misiones, un segmento llamado "Comando Sorpresa" donde podían cumplirse sueños más simples y para varias personas. Ante tragedias importantes como inundaciones o temporales, el programa también ayudaba. En sus 5 temporadas al aire, el ciclo cumplió en promedio 200 sueños por año.  Semejante tanque exitoso no estuvo exento de algunas polémicas para la época: en 1997 Jorge Lanata, quien ya tenía ganas de ser conductor de un programa de juegos, envió una carta documento al programa porque una parte de todo el entramado (concretamente la parte donde el protagonista materializaba cómo sería su sueño) había sido creado por él, en una idea que registró bajo el nombre de "El Sueño del Pibe". En 1999 se hizo conocido el caso de Falucho, un hombre que huyó despavorido cuando descubrió que a su alrededor se gestaba una sorpresa para él, dejando al programa sin remate. El cambiante humor de su conductor fue siempre un rumor presente. Pasaron los años y el ciclo dejó de tener el brillo de antaño, y en el 2000 fue su última temporada. En 2002 tuvo un tímido regreso pero ya no era la esencia del programa, sino una mezcla de formatos, el antiguo Sorpresa y otro anterior llamado La Misión. Durante y después de la existencia de un formato tan novedoso, no faltaron las copias: en el 2000 llegó Fugitivos a Telefe, logrando desbancar definitivamente a este programa dominguero. En 2002 estuvo la sección "La Oportunidad de tu vida" de Popstars. En 2006 Marcelo Tinelli intentó hacer algo similar en su Showmatch con un segmento llamado "El Regalo de tu Vida", en 2008 Andrea del Boca hizo "Hoy Puede Ser" y hasta el mismo Weich se copió a sí mismo haciendo "Todo es Posible", un programa de 2012. Hoy por hoy la palabra "sueño" hace rato que se la relaciona más con el reality de Tinelli que el antiguo programa de Weich, pero muchas de sus secciones aún se recuerdan con cariño: su concurso del billete de dos pesos, aquél otro donde se jugaba con un metegol humano, ése otro donde saltaba por los aires alguien en una tribuna e infinidad de bloopers y momentos con artistas famosos nacionales e internacionales que pasaron por allí, y que fueron grabados y cuidadosamente conservados hasta llegar al Youtube de hoy. En mi casa solía verse seguido este programa, y personalmente no me resultaba muy bueno: me parecía muy cansador, demasiado emotivo, demasiado lacrimógeno. Así y todo era muy admirable su altísimo grado de calidad y creatividad a la hora de realizar un sueño, sumado a la noble caracterísitca de nunca llegar al golpe bajo para forzar la emotividad. Como tantos, Julián Weich es alguien que renegó volver a realizar el ciclo nuevamente, pero desde que se conoció que volvía con un nuevo programa a la Televisión Pública Argentina no más de uno se ilusionó con su regreso, teniendo en cuenta el aniversario 20. De todas formas, sería preferible no insistir tanto en un programa demasiado relacionado con otros años, épocas de mayor producción y cuidado televisivo.

Sancor, 1998.

Kibon, 1998

Bagley, 1999

Dogui, 1999

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