El Gran libro de las Marcas fue una recopilación de envoltorios, envases, publicidades y avisos sobre muchos productos: golosinas, galletitas, chocolates, alimentos, bebidas, medicamentos, productos de limpieza, cosmética, perfumería, higiene, etc. Lo comencé en 2002 y lo terminé en 2006. Llegamos al 2012 y, 10 años después, y con las posibilidades de interacción de la actualidad, decidí retomar las colecciones para agrandarla aún mas. Con el propósito de compartir los logros realizados en esa vieja y en esta nueva etapa, se crea este blog. También será el canal de comunicación para todos los que se ofrezcan a vender cosas que ustedes tengan, y así agrandar la colección. Saludos y ojalá que lo disfruten!

sábado, 21 de mayo de 2016

Desayuno K

Podría ser el nombre de un nuevo programa conducido por Víctor Hugo Morales y Roberto Navarro, pero no. Nos estamos refiriendo a la letra más importante que en los desayunos más exigentes y caros puede llegar a aparecer: la letra K de Kelog's, aquella empresa estadounidense sinónimo mundial de cereales matutinos. En febrero pasado esta compañía cumplió 100 años, momento en el que fue fundada en Michigan por Will Keith Kellog, quien vendía productos alimenticios basándose en la dieta de la religión que profesaba: los Adventistas del Séptimo Día (los mismos que producen los productos Granix en el país, aunque obviamente la escalada mundial fue diferente). El primer producto que produjeron fueron las hojuelas de maíz tostadas conocidas como Corn Flakes, aquellas que supieron durante un tiempo importante estar representadas por una mascota bien característica: el gallo verde que en castellano se le denominó Cornelio. Casi como si se contara la manera en la que fue descubierta el dulce de leche, Will Kellog estaba buscando un sustituto del pan que fuera digerible, y se olvidó de apagar una olla de trigo hirviendo, dando origen a las famosas hojuelas. Además producían grandes cantidades de cereales de avena. El objetivo de la venta de este tipo de cereales era combatir lo que para su fundador representaba los más grandes problemas de su tiempo: créase o no, estaba hablando del estreñiminto y la masturbación. Ambas cosas podían tratarse comiendo sus cereales. Inicialmente esta compañía se denominaba Battle Creek Toasted Corn Flake Company, y recién en los años 30 adoptó el nombre actual, misma época en la que se crea la fundación Kellog's. La diversificación no tardó en llegar y hoy Kellog's es una de las empresas más importantes mundiales dedicadas a la fabricación de cereales (está presente en 180 países), junto con Nestlé-General Mills (productores entre otras cosas del cereal Trix) y Quacker. EN el mercado argentino la historia de Kellog's no comenzó de una manera muy saludable que digamos: más allá de traer importados algunos de sus cereales más famosos los principales productos que Kellog's creó en el país fueron los snacks de copetín, los más famosos que supieron crearse en la Argentina. Así fueron apareciendo marcas otrora famosísimas como las Frenchitas (nombre originado de "french fries", manera inglesa de denominar las papas fritas), los Chizitos, los Popkorn,, etc. Este negocio fue mantenido hasta que en 1994 toda esta línea de snacks pasó a manos de Pepsico, Un año antes Pepsico se quedaba con las papas Bun, y casi todo el mercado de snacks quedó a manos de Pepsico, quien en 1998 sumaría también a Pehuamar. Volviendo a Kellog's, a pesar de haber perdido ese importante negocio, le esperaba por delante una década del 90 muy fructífera en cuanto a la imposición definitiva en el mercado de muchas de sus marcas internacionales, que se adosaron perfectamente a la cultura del desayuno argentino: los ya nombrados Corn Flakes, los cerealitos de colores Froot Loops (más conocidos como "frutilupis"), el arroz inflado con chocolate Choco Krispis, las hojuelas Zucaritas (azucaradas y en múltiples versiones más, con chocolate, chocolate blanco, frutilla, miel, con trozitos de malvadisco, etc) que no sólo se vieron en sus gigantescas cajas sino también acompañando los yogures de La Serenísima, etc. Y no podemos dejar de nombrar la tremenda cantidad de juguetes y premios que durante esa década supieron venir en sus envases, siempre grandes, coloridos y con acertijos y juegos en el reverso. Llega el nuevo milenio y se suman cereales más sofisticados, con una mayor preocupación por la figura: llegan las barritas de cereales y el cereal llamado Special K. Y para 2012 Kellog's no puede dejar su antiguo vicio de picotear snacks y se da un antojo mundial: le compra a P&G las míticas papas de tubo Pringles, y si bien las comercializa y produce, están ocultas de toda página oficial de Kellog's. ¿Tiene miedo de no resultar tan saludables como parecen? En fin, más allá de no haber comprado nunca un producto de esta marca, las empresas nacionales como Granix o Tres Arroyos sí supieron copiar perfectamente la forma y el sabor de muchos de sus productos, de manera la configuración que aquél cereal suelto que uno compra en el almacén también se lo debemos a esta gigantesca empresa yanqui. Ya no estará el gallo Cornelio, pero todavía a Kellog's le quedan muchos años por delante de comercialización de alimentos saludables... por derecha, porque por izquierda también vende las pecaminosas Pringles, esas papas que aún está en debate definir si son papas fritas o no, por su no muy clara proporción entre papa y harina de maíz.

Yo cuido mi corazón: en 1999, plena época de oro de estos cereales en el país, Kellog's trae los All Bran, fibras naturales de salvado de trigo que, según este aviso, ayudan no sólo al estreñimiento sino también a prevenir problemas cardiovasculares.

Corn Flakes, el cereal más antiguo de la empresa y probablemente el más saludable por no contener ni azúcar siquiera, algo tremendamente decepcionante para la mayoría de los niños que ignorando esto pidieron que les compraran "el cereal del gallito". Como pueden ver, Cornelio no fue siempre igual: primero lo vemos con un diseño más clásico en un aviso de 1976 (que a su vez estaba registrado como realizado en 1971, por lo visto llegó tarde por aquí) y en otro mucho más canchero y feliz, en una publicidad de 1995. Con sus diferencias, siempre anunciando para el público infantil.


La salud ante todo: siempre Kellog's haciendo hincapié en los nutrientes de sus productos, y sobre lo livianos que resultan. En esta publicidad del 2000 (y extraído justamente de la revista Vivir Mejor del Dr. Cormillot) vemos comparaciones entre un plato de cereales y frutas y verduras equivalentes. Un verdadero trabajo artesanal, hecho todo completamente con plastilina.

Llegó la hora de cuidarse: lo saludable no sólo significaba nutrientes para niños, sino también una ayuda para el control de peso en los mayores, especialmente en las mujeres. Por qué no, aquellas mujeres que le compraban a sus hijos algo de Kellog's podían ahora empezar a comprar para ellas mismas. Aquí vemos un aviso de 2009 promocionando Special K, un cereal especialmente dedicado para régimenes femeninos.

La hora de la dulzura: no te gusta lo que Kelog's hasta ahora te ofrece? También existe la posibilidad de probar las "mini tartas" Kellog's rellenas de mermelada y bañadas en glacé. Este producto, que en la Argentina Arcor ya copió a su manera, es actualmente el más vendido de todo el portfolio que Kellog's tiene en USA. En este caso vemos el frente de unas tartas de México, del año 2015.

Y para cuando se quiera mandar al diablo todas las dietas, recordar que también Kellog's apela a la doble moral y comercializa las preciadas papas Pringles, aunque no lo reconozca. Aquí vemos un sabor introducido en 2014: Parmesano y Aceite de Oliva, en su inconfundible latita.

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