El Gran libro de las Marcas fue una recopilación de envoltorios, envases, publicidades y avisos sobre muchos productos: golosinas, galletitas, chocolates, alimentos, bebidas, medicamentos, productos de limpieza, cosmética, perfumería, higiene, etc. Lo comencé en 2002 y lo terminé en 2006. Llegamos al 2012 y, 10 años después, y con las posibilidades de interacción de la actualidad, decidí retomar las colecciones para agrandarla aún mas. Con el propósito de compartir los logros realizados en esa vieja y en esta nueva etapa, se crea este blog. También será el canal de comunicación para todos los que se ofrezcan a vender cosas que ustedes tengan, y así agrandar la colección. Saludos y ojalá que lo disfruten!

viernes, 20 de mayo de 2016

Cristalux, toda la vida


Existen numerosos vestigios de marcas de otras épocas perdidos en la calle, en el más recóndito sitio, en el lugar menos pensado. Existe en San Juan un mayorista muy famoso de productos de limpieza llamado La Marina, y en una de sus sucursales más pequeñas y antiguas su fachada aún conserva logos de otros tiempos. En una foto que no es de las mejores, podemos ver, además de los ya famosos logos de Ala, Virulana, Alpargatas, Media Naranja, Ayudín y Lever, un nombre que para ciertas personas puede significar mucho y para otros la nada misma: Cristalux. Tal vez alguien que nunca escuchó el nombre crea que se trata de alguna variedad especial de jabón Lux, pero lo cierto es que Cristalux fue el nombre de una de las más importantes empresas fabricantes de derivados del vidrio, principalmente copas, vasos y platos.Esta fábrica nace en 1896 pero su mayor época de esplendor reside entre los años 60 y 80 cuando su marca más famosa Durax aparecía constantemente publicitada en los medios, por ejemplo en un aviso muy recordado protagonizado por Jorge Martínez. De este fructífero período quedarían en el recuerdo dos frases: por un lado "Durax toda la vida", el slogan de la marca, y por el otro "Soy un león vendiendo Durax!" una frase inmortalizada por el mismo Martínez pero que posteriormente a su participación otros vendedores en los mismos comerciales la siguieron utilizando. En estos comerciales quedaba bastante claro por qué uno debía comprar productos Durax: realmente se caían y no se trizaban como cualquier otro plato o vaso. La empresa fabricante supo tener más de 2000 empleados a su cargo durante las épocas de bonanza, pero todo cambió a partir de los años 90, cuando Cristalux comenzó a sufrir un progresivo vaciamiento (políticas de desinversión, en lugar de fomentar la producción y el empleo se invertía para traer productos importados del Brasil) hasta llegar a su quiebra en 1999. A pesar de decretarse la quiebra sus empleados siguieron llendo a trabajar hasta que a fines de 2001 no les permitieron más el ingreso. Resurge y se concreta entonces la idea que se venía planeando desde el 99: la constitución de una cooperativa. Luego de un proceso judicial que culminó en 2002 (y varios días de vigilia para evitar que se siguieran robando cosas de la fábrica), comienza lentamente a formarse la Cooperativa Cristal Avellaneda. Comenzaron limpiando y vendiendo lo poco de lo que quedaba, y sin percibir ganancias durante un año. Varios obreros debían ir a escondidas a la fábrica, ya que existían presiones para que abandonasen la idea de seguir produciendo. Pero lograron salir adelante y de a poco fueron modernizando las instalaciones (nuevos hornos, nuevas instalaciones de gas) y volviéndose a ganar la confianza en el mercado. En 2006 logran recuperar la marca registrada de la compañía, Durax, la cual vuelva a aparecer en las góndolas y bazares. Nuevos problemas acechan a Cristal Avellaneda desde 2008 por el fin de la vida útil del horno que utilizaban, pero que pudo reconstruirse con ayuda de los mismos trabajadores y el Estado. En la actualidad Cristal Avellaneda continúa fabricando artículos de vidrio (150.000 unidades por día) e inclusive planean comenzar a fabricar envases y botellas de vidrio también. Ya no son épocas del ámbar que se veía en los 70 y 80, pero la nueva etapa de Durax consiguió bastante aceptación fabricando vajilla celeste. Y no sólo eso, también producen platos con dibujos y variados colores (rosado, amarillo, verde, violeta, naranja), algo único en el mercado nacional. Es más, uno puede desde la página web de la empresa (elaborada por la misma cooperativa, y mucho más práctica y agradable a la vista que la mayoría de las frías y toscas páginas de multinacionales) encargar determinado diseño para vasos y copas y ellos los realizan. Esperemos que en estos nuevos tiempos puedan seguir adelante como hasta ahora, aunque les recomendamos que si en algún momento planean volver a hacer publicidades ya no lo llamen a Jorge Martínez. Tal vez no generaría el mismo efecto deseado que en sus comerciales de los 70...

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