El Gran libro de las Marcas fue una recopilación de envoltorios, envases, publicidades y avisos sobre muchos productos: golosinas, galletitas, chocolates, alimentos, bebidas, medicamentos, productos de limpieza, cosmética, perfumería, higiene, etc. Lo comencé en 2002 y lo terminé en 2006. Llegamos al 2012 y, 10 años después, y con las posibilidades de interacción de la actualidad, decidí retomar las colecciones para agrandarla aún mas. Con el propósito de compartir los logros realizados en esa vieja y en esta nueva etapa, se crea este blog. También será el canal de comunicación para todos los que se ofrezcan a vender cosas que ustedes tengan, y así agrandar la colección. Saludos y ojalá que lo disfruten!

domingo, 10 de abril de 2016

Ojalá que sí puedas!



El sexo siempre es un tema tabú en las sociedades, aunque por supuesto los tabés actuales no son los de antaño, sino que van mutando. Las maneras de comunicar estos supuestos temas delicados se van adaptando a los tiempos que corren, y nunca se dicen de la misma forma. Antes de 1998 (año de la llegada al mercado del sildenafil, la droga popularmente conocida como Viagra o pastillita azul) la disfunción eréctil aparecía en muchos avisos publicitarios donde siempre parecía venderse la solución definitiva, la cual con el correr de las décadas iba cambiando sin ofrecer una solución satisfactoria. Para graficar un poco esta situación, publicamos dos avisos de épocas bien diferentes: en primer lugar, una publicidad de 1940 donde se hace mención a un producto denominado sugestivamente Virilinets. Bajo el término "virilidad perdida" se hacía referencia a la temida y embarazosa disfunción eréctil e ilustrada con un hombre en cama (era para tanto? qué hacía en esa cama? el de al lado es su doctor?). Con toda una prosa que esquiva ágilmente hablar en concreto sobre cuál es el mal que aqueja al hombre, semejante aviso hoy en día podría confundirse ingenuamente con vitaminas o energizantes, aunque el término "preparado científico de hormonas" le otorga un tono serio y un poco de prudencia sobre qué corno se supone que se va a tomar. A medida que avanza descubrimos que la descripción sólo es muy superficial, y que la verdadera franqueza para hablar sobre este producto llegará si uno pide los folletos explicativos por correo... en un sobre sin membrete! no vaya a ser que alguien piense mal de nosotros! Viajamos 47 años en el futuro y llegamos a los destapados e impertinentes años 80, donde la palabra sexo ya podia aparecer sin sonrojar a nadie. En este aviso de 1987 nos encontramos con un producto clásico para estos problemas de virilidad tan avergonzantes: la pomada Gi Monte, perdido entre un catálago de productos adelgazantes, contra la calvicie, la depresión, el estrés, etc, al módico precio de 19 Australes con 90. Desde su nacimiento en 1984 y a tono con el destape democrático de la primavera alfonsinista este producto gozó de muchísima fama, gracias a una publicidad breve pero efectiva, y que se vio durante muchos años: un zoom de la crema en una mesa de luz y su inolvidable slogan "Cuando se apaga la luz se enciende Gi Monte". Su constante presencia en eventos deportivos como fútbol o box sumado a auspiciar programas televisivos subidos de tono lo convirtió en un éxito de ventas, un genérico de los artículos para la disfunción eréctil y el generador de muchos chistes y apodos, aunque nunca se supo exactamente cuál era el signficado del nombre de este gel originariamente creado por Plumbland Holdings. Ya para los 90 llegaría las diversificaciones y las versiones Gi Monte Plus, Classic y Bravo y finalmente su ocaso producto de la llegada del antes mencionado Viagra y sus múltiples copias. Esta crema creada en el país y aprobada hasta en Estados Unidos ya no se lo ve como en épocas de antaño pero sigue subsistiendo, aunque ustedes no lo crean, aliándose con su peor rival: hoy puede conseguirse con venta bajo receta el Gi Monte Sildenafil, todo en un sólo pomo. Igualmente la aparición de la pastilla azul no extinguió del todo la comercialización de variantes "naturales", las cuales siguen proliferando en publicaciones de medicina alternativa, volantes en vía pública, spam en internet y miles de sitios más. Y llegamos a la actualidad, con campañas de productos de GenomaLab como los preservativos M o el gel íntimo Multi O que pretenden desprender sensualidad y erotismo pero sólo nos generan vergüenzita mientras aparecen, siempre en horarios de almuerzo o cena familiar...

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