El Gran libro de las Marcas fue una recopilación de envoltorios, envases, publicidades y avisos sobre muchos productos: golosinas, galletitas, chocolates, alimentos, bebidas, medicamentos, productos de limpieza, cosmética, perfumería, higiene, etc. Lo comencé en 2002 y lo terminé en 2006. Llegamos al 2012 y, 10 años después, y con las posibilidades de interacción de la actualidad, decidí retomar las colecciones para agrandarla aún mas. Con el propósito de compartir los logros realizados en esa vieja y en esta nueva etapa, se crea este blog. También será el canal de comunicación para todos los que se ofrezcan a vender cosas que ustedes tengan, y así agrandar la colección. Saludos y ojalá que lo disfruten!

sábado, 9 de abril de 2016

Chupando recuerdos (1998)


El mercado argentino de chupetines está desde hace años bastante bien dominado por el imperio Arcor, y quitando sus artículos es difícil imaginar otras marcas de chupetines de relativa buena calidad. Un buen caso sobre este tema son los chupetines Chupa Chups, los cuales si bien se siguen fabricando hasta hoy y existen desde 1958, muchos los relacionan concretamente a los años 90, uno de sus períodos más exitosos en el país, donde lanzaron una gran cantidad de productos promocionales como el que se ve en la foto: un chupetín con chicle y un sticker de los Power Rangers. Chupa Chups es una marca española creada en Asturias por Enric Bernat, a quien se le ocurrió que los caramelos vinieran con un palito (podría considerarse el inventor del chupetín moderno, aunque muchas empresas sobre todo estadounidenses se atribuyen su invención), y se le ocurrió llamarlo Gol por su similitud con una pelotita de fútbol, pero una agencia publicitaria contratada creó el término Chups, quedando en realidad  Chupa Chups al ser esta frase su primer slogan publicitario. La inspiración de semejante idea se basaba en el hecho de que los chicos les gustaba sacar las golosinas de la boca para verlas, y esto era subsanado en confiterías españolas con un tenedor de metal para sostener los caramelos. Es bastante conocida la anécdota del origen de su logo: a diez años de su creación fue Salvador Dalí quien diseñó la idea de una flor amarilla con letras rojas, identidad que continuó hasta la fecha con leves modificaciones, siendo desarrollado el logotipo actual en 1988. Puede que alguien nunca haya comido uno de estos chupetines pero sí reconocer la marca y saber de su existencia. Chupa Chups se caracterizó por tener un muy buen marketing para mantenerse vigente, ya sea contratando figuras internacionales para publicidad, ganar el hito de ser el primer chupetín comido en el espacio o tener una flota de Fiat 600 como el vehículo de comercialización de estas golosinas. Todo estuvo elaborado siempre para destacarse del resto, como el hecho de que el nombre de la empresa se ubica arriba del chupetín y no en el medio, dando un aspecto más parecido aún al de una flor. En la Argentina su popularidad fue siempre muy escasa, pero eso cambió levemente durante los años de convertibilidad, donde pudieron verse en el pais algunas variedades de chupetines más allá de las versiones económicas: cualquier chico noventoso le hubiera encantado que le compren un Chupa Chups con los personajes del momento, como las Spice Girls, Barbie, los Pitufos, Pokemon, Star Wars, etc. Mucho más éxito que el mismo Chupa Chups aquella golosina llamada Crazy Dips, "el chupetín con forma de patita", que era de la misma empresa. También tuvieron un fugaz paso por esta región la gaseosa sabor chicle de fruta marca Chupa Chups y los chupetines que venían con juguetes sorpresa compitiéndole a Kinder, aunque dicha asociación puede hacernos recordar más al antiguo y casi olvidado Topolín. Se fueron esos años de importaciones mágicas y la presencia de Chupa Chups fue mucho más esporádica, apareciendo muy de vez en cuando su version tradicional de frutilla con crema, aunque todavía puede verse por ahí exhibidores con el logo bien grande, ahora guardando chupetines de otras marcas. Para sumarle un poco más de tristeza a este relato, vale aclarar que el Chupa Chups que llegaba al país ya no existe, porque en 2006 la empresa española fue vendida a una multinacional italiana llamada Perfetti Van Melle, dueña también de las famosas pastillas masticables Mentos. Además son los creadores de los Alpenliebe, unos caramelos duros con sabores cremosos que en Argentina Arcor copió y los denominó Creamix. Éste fue el recuerdo de una de las tantas marcas famosas en todo el mundo pero que justo por aquí apenas tuvieron trascendencia, producto de empresas nacionales que no le dejaron hacer mucho pie, pero que nunca pudieron generar la misma ansiedad a la hora de ser comprados a la altura de un Kinder...

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