El Gran libro de las Marcas fue una recopilación de envoltorios, envases, publicidades y avisos sobre muchos productos: golosinas, galletitas, chocolates, alimentos, bebidas, medicamentos, productos de limpieza, cosmética, perfumería, higiene, etc. Lo comencé en 2002 y lo terminé en 2006. Llegamos al 2012 y, 10 años después, y con las posibilidades de interacción de la actualidad, decidí retomar las colecciones para agrandarla aún mas. Con el propósito de compartir los logros realizados en esa vieja y en esta nueva etapa, se crea este blog. También será el canal de comunicación para todos los que se ofrezcan a vender cosas que ustedes tengan, y así agrandar la colección. Saludos y ojalá que lo disfruten!

miércoles, 16 de abril de 2014

El que se va sin que lo echen... (1997)


La crisis del 2001 hizo que muchos productos medianemente refinados desaparecieran de estas pampas, algunos para siempre y otros fueron regresando en distintas épocas. En 1997 llegaba a la Argentina, importadísimo de México el shampoo Herbal Essences de Clairol (P&G), el cual era fabricado en el mismo galpón que el Head & Shoulders y el Pantene. Ser un shampoo bastante sofisticado al lado de tanto Sedal y Plusbelle lo hizo desaparecer junto con la Convertibilidad, pero volvió a la Argentina en 2011, 10 años después de su partida, de la mano de la misma empresa, misma marca paraguas, mismo país de procedencia, mismo galpón. Pero a su vez hay que recordar que durante los 60 tanto Clairol como Max Factor eran dos marcas de P&G con cierto prestigio en ciertas esferas, para lo cual estamos en presencia del tercer regreso de Clairol al país, si es que realmente sigue viniendo todavía, ya que si es así, está lejos de aquellas publicidades repetitivas con Zaira Nara de aquél entonces (y uno se queja de Telecentro...) Así las cosas, no estamos en condiciones de afirmar qué tan artificial o qué tan "orgánico" habrá sido esta versión noventosa o la actual. Lo que sí es seguro, es que el versito del agua de montaña no lo he vuelto a escuchar. Y justo esa marquita encima del signo de exclamación, como si en realidad se estuvieran preguntando, la verdad muy inoportuno... 

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