El Gran libro de las Marcas fue una recopilación de envoltorios, envases, publicidades y avisos sobre muchos productos: golosinas, galletitas, chocolates, alimentos, bebidas, medicamentos, productos de limpieza, cosmética, perfumería, higiene, etc. Lo comencé en 2002 y lo terminé en 2006. Llegamos al 2012 y, 10 años después, y con las posibilidades de interacción de la actualidad, decidí retomar las colecciones para agrandarla aún mas. Con el propósito de compartir los logros realizados en esa vieja y en esta nueva etapa, se crea este blog. También será el canal de comunicación para todos los que se ofrezcan a vender cosas que ustedes tengan, y así agrandar la colección. Saludos y ojalá que lo disfruten!

jueves, 20 de febrero de 2014

Para tomársela toda (1988)

Siempre se relaciona a la leche cultivada como un poducto de los años 90, pero este aviso es de 1988, y dicho producto ya empezaba a figurar en la cabeza del consumidor (tampoco por mucho tiempo, sino aún seguirían existiendo). De la mano de Lactona, podemos presenciar aquella marca relacionada por todos con queso crema esta vez poniéndole la cara a este injerto de leche (técnicamente no lo es, por no contener lactosa) y yogur (tampoco lo es, a pesar de tener al padre del Lactobacillus GG y abuelo del L Casei Defensis, un tal Biogarde) endulzado con un edulcorante no calórico (Stevia no existía) prometía toda la salud y la vitalidad posible para todos aquellos que se tomaran... 2 vasos por día! Y para todos aquellos que aún extrañen la leche cultivada (su verdadero nombre es leche fermentada) pueden pasar a tomarse un Actimel o un SancorBio, ya que lo que se vende en estas botellitas microscópicas es un producto similar al aquí ofrecido, aunque una leche Saavedra valía lo que valen 4 de esos potecitos....

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